I
Con la
pollera yuta
las
trenzas largas, te vi pasar
como
reina, en las carpas, en esa tarde de carnaval.
Y ahí
nomás a mi zaino
en el
guardapatio lo hice rayar.
Desmonté
del caballo,
me puse
cerca pa´mosquetear;
con el
alma en un hilo,
mi
negra linda, te vi bailar,
cuando
terminó el baile
una
cerveza te fui a brindar.
Estribillo
Cómo
olvidarte Cerrillos
si por
tu culpa tengo mujer.
Morena
cerrillana
con
alma y vida te cantaré.
Todos
los carnavales
para
Cerrillos te llevaré.
II
Luego siguieron zambas,
bailamos
juntos sin descansar
entremedio
los cohetes
y
serpentinas del carnaval,
hasta
que llegó el alba
con las
bagualas, déle cantar.
Miércoles
de ceniza,
enharinados,
nos vio pasar.
Olvidaste
a tu Tata
para
seguirme, palomitay
y en
ancas de mi zaino,
luego, a mi rancho fuimos
I
II
Otra obra que lo caracteriza es:
YO SOY
(Chacarera grabada por el Chaqueño Palavecino)
Yo soy
como el palo santo
que
crece en el salitral,
cuando
me agobia la seca
de la
raíz vuelvo a brotar.
Yo soy
como flor del aire,
del
aire saca la vida,
desparrama
su perfume
medio
del monte, escondida.
Yo soy
como el garabato,
pura
flor y pura espina.
Parece
que nada valgo
pero
doy perfume y vida.
Yo soy
como rueda í carro,
siempre
pegao a la huella,
traqueando
por los caminos,
levantando
polvareda.
II
Yo soy
el cuervo que vuela
serenito
por el aire;
mientras
no me falten alas
no le
tengo envidia a naides.
Yo soy
como la charata
cuando
la quieran cazar;
se
agacha y amaga el vuelo
y se
queda donde está.
Yo soy
como flor de ulúa,
sólo me
abro a la oración;
soy
hermano de la noche,
hijo de
la diversión.
Yo soy
como “polvo ‘i tierra”,
remedio
pa todo mal.
Sólo al
mal de tus amores
no lo ‘i podido sanar.
Unos versos dedicado a su hija Argentina (1969):
Un gato chiquito
salió de paseo;
Se fue por los campos,
por valles y cerros.
Saltando y brincando
cruzó los senderos;
de pronto encontró
un sapo muy negro.
¡Qué susto, por Dios,
qué bicho más feo!
-se dijo el gatito
echándose al suelo-
Se le fue acercando
con mucho recelo
y el sapo miraba
moviendo el garguero.
De pronto, su boca,
abrió en un bostezo
y dijo al gatito,
con voz como trueno:
-No seas miedoso
gatito andariego
yo no soy un sapo,
yo soy un escuerzo;
si me das tu pata
verás que no muerdo;
soy un bicho manso,
no me tengas miedo.-
El gato, confiado,
le creyó al escuerzo
y, alzando una pata,
le tocó el cuero.
El escuerzo malo
se infló todo entero
le dio un mordiscón
y le arrancó un dedo.
El pobre gatito
casi llega al cielo
del salto que dio
cuando lo mordieron.
Desandando leguas
se volvió ligero
sangrando la pata
y muerto de miedo.
A casa llegó
casi medio muerto
y, a madre y hermanos
les contó el suceso.
La gata, enojada,
le dijo, en un reto:
-todo eso te pasa
por ser tan travieso-
Escucha, Argentina,
lo que yo te cuento
mira lo que sacan
los que son traviesos
no juegues con sapos
pueden ser escuerzos.
1 comentarios:
Siempre fué interesante conversar con Abél Mónico Saravia, era auténtico, y creo que muchos no comprendieron sus auténticas creaciones.....
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